La Comunicación Antropológica,
difiere mucho del show, el mainstream, y las tendencias de la industria
cultural (redes sociales, televisión satelital, medios masivos de
comunicación, cine), esta materia ha sido utilizada por mucho tiempo en
los centros académicos superiores para estudiar los comportamientos de
los grupos sociales, pero en estos últimos años,-con la democratización
educativa y el acceso a las Tecnologías de la Educación y la
Comunicación-, ha sido tomada por la Educación Popular, por los Pueblos
Originarios, por las Culturas urbanas. y por las Minorías sociales, para
expresarse libremente, con la intención de difundir sus cosmovisiones.
Para esta investigación, agradecemos a Anita Guayllas, Jambiruna y
Artesana; Elena Macas, Agricultora y Artesana; y al profesor e
investigador cultural Ricardo Tene, gran músico andino que ha mostrado
las expresiones culturales latinoamericanas por Europa, todos ellos
integrantes del pueblo quichua Saraguro del sur del Ecuador.
Saraguros y su deidad de la alimentación
La alimentación es un pilar fundamental entre los pueblos originarios,
porque en su entorno giran saberes, tecnologías agrícolas, cuidado de
chakra y huerta, formas de cocción, cosmovisiones, formas societarias de
nacimiento, crianza, vida y muerte. Un punto destacado es el equilibrio
nutricional de la dieta de los pueblos originarios desde una economía
de la suficiencia, sin glotonería, pero si con la suficiencia para en
ciertas épocas comer opíparamente para festejar, y luego desintoxicarse.
La antropología médica, -de cierta forma-, corrobora que entre los
pueblos originarios no había sobrepeso, ni anemia, ni las 'enfermedades
del mercantilismo' que se acentúan en este siglo. Comer granos tiernos,
cereales, comer frutas, tomar agua de plantas medicinales, trabajar
mucho en la agricultura y ganadería, caminar grandes distancias, no
utilizar en demasía tecnologías de comunicación, apelar a la
espiritualidad, admirarse de la naturaleza y sus bondades estéticas,
defender la tierra y el territorio, parecen ser las formas de vida
comunal que necesitaría el mundo hoy, y que la ejercen los pueblos a
través de sus sabidurías como: Sumak Allin Kawsay, Suma Qamaña, Plan de
Vida Maya, o el Ubuntu de Sudáfrica.
Anita Guayllas, jambiruna,
asegura que alimentarse bien entre los Saraguros, garantiza la vida y la
cultura de su pueblo. El maíz es el cereal fundamental, también los
granos tiernos: habas, porotos, arvejas, y los tubérculos como papa y
mashua. Con maíz se hacen tamales, walus, y una sopa riquísima
denominada chugchuga.
Mama Elena Macas, agricultora, piensa que
mama Supalata es un homenaje a la diosa de la abundancia de la chakra y
la huerta. La Supalata es un hombre revestido de Saragura con anaco
micllado, y con rebozo en forma de wavi, que va bailando y saltando en
la Fiesta de la Supalata, el Viernes Santo antes del Domingo de Ramos,
durante la época del Pawcar Raymi, o Fiesta del Florecimiento, que en
Saraguro también lo llaman 'Epoca de granos tiernos'.
El músico e
investigador cultural Ricardo Tene ha sido varias veces Supalata,
Capitán o Chirillo, los personajes revestidos en esta fiesta, salimos a
pedir tamales al grito de: Supalata, Supalata!, tocamos música de
chaspishcas, bailamos, festejamos, luego los dueños de la casa nos dan
colada de sambo o colada de zapallo, al salir dejamos unas semillas de
maíz para que siembren y tengan buenos augurios en sus próximas
cosechas, si no nos toman en cuenta, echamos zhiran en la tierra para
que inunde la chakra, así tendrán malos augurios, y malas cosechas. Para
ir a otra casa, gritamos: Cuatro, Cuatro, Cuatro! Y así vamos de lugar
en lugar hasta que amanezca, para luego repartirnos los tamales, manifiesta Tene.
Los estudios de antropología alimentaria, nutrición de los pueblos
originarios, etnobotánica, y medicina antropológica no han tenido mucho
auge en la sociedad actual, o han dejado de practicarse para dar paso al
exceso de tecnología. Quizá entre estas disciplinas está oculto algún
procedimiento para neohumanizarlas, con el pretexto de
retomar Semiosis, Clinica, Nutrición, como formas para sanar, prevenir, y
desechar las enfermedades de este siglo XXI, cargadas de somatismo.
Patricio Matute García
Investigador socio-cultural
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