América es un laboratorio natural, por la diversidad de pisos ecológicos, hay un sin número de plantas que cumplen un papel estético, pero también son parte de la soberanía y la seguridad alimentaria, son parte de la identidad cultural, y de la sabiduría milenaria de los pueblos ancestrales.
En la chacra de los hogares, de las comunidades, de varios centros
educativos e instituciones, no puede faltar el lugar para las plantas que sanan.
Cuando hacemos una “agüita” en forma de infusión o tizana, con estas plantas, se activa la memoria
histórica y la tradición oral que rememoran las enseñanzas de la medicina
natural, una parte fundamental en la cosmovisión de los pueblos americanos. Las
mujeres, las abuelas, las mamas, son un punto importante en la transmisión oral
de conocimientos de las plantas. Desde milenios han experimentado y comprobado
la validez de la medicina natural.
Hay plantas que sus partes tiene
diferentes utilidades, son alimento y medicina; su raíz, tallo, hojas, y fruto, sirven para diferentes cosas.
El uso de plantas y la medicina
natural, rompen el círculo paciente-enfermedad-médico-industria farmacéutica.
Es necesario emprender en un
censo de plantas medicinales, plantas sagradas, plantas como especias, y
plantas comestibles que se utilizan todos los días para una alimentación saludable.
Un sistema de salud debería
respetar y complementar las medicinas ancestrales y alternativas con la
medicina occidental. Hay ya interesantes propuestas con el “parto vertical de
los pueblos originarios” en los hospitales, en donde se utilizan varias plantas
medicinales para el parto, pero también para el “post parto”, que en algunos
lugares de las comunidades andinas de Ecuador, denominan “Cinco”, una especie
de ritualidad milenaria andina que permite "encadenar" a la parturienta y bañarla
con las plantas del cerro, después de cinco días.
Algunas plantas medicinas son: Alelí,
sábila, apio, sangoracha, borraja, oreja de burro, cedrón, diente de león,
escancel, floripondio o guantug, geranio, hinojo, jícama, lirio, llantén, maca,
malva, menta, mortiño, nabo, orégano, ortiga, paico, pena-pena, romero, santa
María, sauco, tilo, toronjil, verbena, violeta, cacho de venado, chuquiragua,
joyapa, ojo de venado, valeriana (Chaski Warmikuna, Gamma-CEN, 2014), manzanilla, manzanillón, guagual, pumamaqui, caballo chupa, shilpalpal, carne humana, san Pedro, uña de gato, sauco, perenjil, cilantro.
Bibliografía
Chaski Warmikuna, Gamma-CEN, (2014),
Buscando nuestro lugar en la tierra.
Algunas plantas medicinales de Saraguro, Cuenca, Centro Gráfico Saleciano: 17-87
No hay comentarios:
Publicar un comentario