Los alimentos saludables vienen de una tierra saludable para una comunidad saludable
El planeta tierra es un macroecosistema, conformado por microecosistemas
interconectados en donde la naturaleza, el ser humano, los animales y las plantas juegan un
importante papel en el equilibrio y mantenimiento de ecosistemas sanos.
El cuerpo humano es un reflejo de lo que sucede en la tierra, si hay una
alimentación sana, es porque la tierra ha brindado alimentos sanos, en ese
sentido una buena salud es sinónimo de alimentación sana.
Para la consecución de alimentos sanos el enfoque debe trascender lo
económico e ir más allá, a lo multidimensional, a lo cultural, sumado sabidurías ancestrales practicadas en los Andes, como la limpieza de los
terrenos, el descanso de la tierra, agua limpia , aire puro, para tener
alimentos libres de transgénicos, libres de contaminantes, libres de
antibióticos, cultivos asociativos
y equilibrados en las huertas y campos, que cumplan su papel como
controladores de plagas, o reforzadores de los elementos químicos propios de los
suelos.
Otra parte importante de la alimentación sana es el correcto uso de las
especies en la cocción de las comidas, el equilibrio en cantidad y calidad
en la preparación de los potajes. Debe también haber una razón lógica para
utilizar plantas como el orégano, el sacha anís, el perejil, el cilantro; o
resaltantes del sabor como el aji (ucho), ishpingo, o alimentos ricos en proteínas como
quinua, chocho, mashua, o amaranto.
Si observamos la alimentación andina es muy importante el ciclo agrícola:
siembra, aporque, cosecha, ligados con las fases climáticas, e incluso con las
grandes celebraciones culturales como Pawkar raymi (florecimiento y siembra), Cápac
raymi (aporque), e Inti raymi (cosecha). La preparación del suelo, la preparación
de las semillas, las técnicas de siembra, las técnicas de cosecha son la
rememoración cultural de la herencia dejada por las distintas etnias que
poblaron los Andes.
El centro de producción de
alimentos, el centro de cocción de alimentos, la tullpa, el fogón, la cocina,
es un elemento importante para las familias y comunidades que giran en torno a
las formas ancestrales para que la
comida no solo alimente sino que también sane, para que las especies no solo condimenten
sino permitan la digestión correcta, para que sirvan como medicinas desde la
sabiduría de las mamas. Por otro lado la tullpa, el fogón, la cocina es el
sitio de compartición de cosmovisiones, de crianza de los hijos, de resolver y
plantear problemas comunes de la cotidianidad, de planificar las fiestas, los
ritos, muchas veces para sellar alianzas matrimoniales, para resolver la
participación comunitaria en ayni, minga o mita.
Así la alimentación sana para los pueblos de los Andes no solo es la
rememoración de la memoria del paladar, sino es el comunitarismo, la
solidaridad, el llancay (trabajo), el yachay (enseñar), y el munay (amar todo).
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