"Volver a los orígenes es lo más revolucionario en el siglo del consumismo exacerbado. Cuando siembras tu alimento, rompes la horrorosa agroindustria, el monopolio de semillas transgénicas, los agrotóxicos, la industria de los antibióticos y las hormonas para criar animales, la industria de la comida chatarra, y la publicidad alienante. Entonces la resistencia es intra, inter, y transdisciplinaria".
Tullpa,
fogón con mankas (ollas de barro) y cucharas de madera. "La cocina,
además de ser un lugar donde se cuecen los alimentos, también es un
lugar de socialización, consejos, educación, formas para aprender de la
crianza de los hijos, formas de siembra y cosecha, formas de emprender
en artesanías, formas de percibir del cuidado de la salud a través de
las plantas, conocimiento de ciclos lunares, lugar para susurrar
canciones, leyendas, mitos y ritos por medio de la tradición oral.
Como el calor se esparce de forma regular por la cocina,
también es un buen lugar para mantener la salud del sistema óseo, para
"mashar" como decimos por acá. Por otro lado, el fuego sagrado avisa los
buenos y los malos augurios, incluso con la cría de cuyes junto al
fogón, compartimos las energías de los animalitos, sabiendo que para
nosotros todo es parte de la familia en el respeto a la naturaleza". Así
lo testifica mama Rebeca en Quilloac, Cañar, una de las comunidades del
pueblo quichua Cañari, en el sur de Ecuador.
Patricio Matute-García/ Educador, Gestor Cultural
Jorge Parra/Profesor, Universidad de Cuenca
Arturo Quizhpe/director ReAct Latinoamerica
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