jueves, 29 de junio de 2017

EL SILENCIO QUE GRITA: Matías Cepeda




El Centro Niño a Niño y ReAct Latinoamérica,  acto de solidaridad con Matías Cepeda y la presentación de dos libros educativos sobre la Metodología Niño a Niño para la promoción de la salud.

APRENDIENDO CON LOS MÁS PEQUEÑOS:
Es un libro que recopila experiencias, testimonios, historias en relación a la Alforja Educativa Salud Escolar y Mundo Microbiano.

COMPARTIENDO BUENAS PRÁCTICAS:
En este libro compartimos la experiencia del taller "Salud Escolar y Mundo Microbiano: Estrategia Niño a Niño en el Mundo de los Más Pequeños". Esta publicación nos muestra un recorrido por la Estrategia Niño a Niño y su aporte conceptual y metodológico para un aprendizaje participativo en salud.


EL SILENCIO QUE GRITA: Matías Cepeda, en el año 2013 publica su primer libro, en donde de una manera reflexiva y sensible comparte las primeras experiencias de su infancia, sus primeros pasos en la educación y su vida familiar.
 

Matías fue diagnosticado a los 6 meses con parálisis cerebral, un diagnóstico que no le impiden 12 años después aprender a comunicarse con una "tablita" con el abecedario.
 

Matías tiene escrito su segundo libro y lo quiere publicar. Este acto de solidaridad ayudará a nuestro amigo a cumplir su segundo sueño.
 

Los libros serán vendidos con un aporte solidario y todo lo recaudado será para la publicación del segundo libro de Matías.

Jueves 29/ Junio
18hs30
Auditorio de la Antigua Escuela Central (Benigno Malo y Gran Colombia)


Dr. Arturo Quizhpe
Director Centro Niño a Niño

Cuenca

lunes, 26 de junio de 2017

 
 
Encuentro Intercontinental Madre Tierra una sola Salud
IV Congreso Internacional de Salud Socioambiental
Declaración de Rosario
16 de junio de 2017
En el día de la Ciencia Digna y en homenaje a Andrés Carrasco que nos sigue 
acompañando, enseñando e inspirando

Somos colectivos académicos, sociales, ecologistas, de pueblos originarios, artistas, profesionales de la salud humana, animal y vegetal, productores de alimentos, activistas, científicas e investigadoras, creadores de nuevas economías, comunicadores de buenas noticias; que nos hemos encontrado en la semana del 12 al 16 de junio llegando desde Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, India, México, Paraguay, Perú, Suecia y Uruguay para construir espacios para el diálogo, el arte, la ciencia y la poesía, en el marco de los saberes ancestrales y académicos, visibilizando las historias de resistencia necesarias para la defensa de la vida.

Hemos llegado a Rosario para compartir la plácida urgencia de unificarnos en la diversidad, de multiplicar los esfuerzos por caminar con armonía evitando el desgaste y el derroche. También para compartir preocupaciones y diversas formas de resistencia y construcción frente a los ataques a la salud de la Madre Tierra y de sus muchas comunidades. Para esperanzarnos en modos de vida, inclusivos y diversos, y celebrar la cosecha de los frutos que hemos sembrado. Hemos buscado encontrarnos para alegrarnos, para soñar, volar, despertar y resistir. Para solidarizarnos, escucharnos y aprender junto al cuidado de las plantas, los animales, la Tierra y nuestras vidas. Para continuar soñando con los sueños del mundo buscando “el Corazón de la Ciencia y la Vida”.

Coincidimos en que cuando hablamos de Una Sola Salud, estamos reivindicando la salud para todos y todas, no solo para nosotros, las y los seres humanos. Estamos reconociendo que somos una pequeña parte de un organismo viviente, una pequeña parte de un universo en que todo está entrelazado, un hilo en el tejido de la vida de este hermoso planeta, participantes todos de un equilibrio ecológico maravillosamente complejo. Estamos reconociendo que la salud humana es un reflejo de la salud de nuestro planeta. Reconociendo que nuestra Casa Grande, la Madre Tierra o Pachamama, es un macroecosistema que alberga millones de ecosistemas interconectados, cada uno con sus particularidades.

Durante estos intensos días hemos compartido testimonios y evidencias científicas de la devastación de la Tierra y de las enfermedades que esa destrucción –motivada por el sistema industrial de producción y consumo y su afán de lucro desmedido– provoca a las comunidades, los seres humanos y a otras formas de vida. Hemos visto testimonios de las múltiples interrelaciones entre la salud de la mente, los cuerpos, las estructuras económicas, políticas y los ecosistemas; y hemos intercambiado experiencias y evidencias del buen convivir en la sociedad y la naturaleza, para refrescar nuestros sentidos y retomar el camino de la complementariedad, la solidaridad y la cooperación con todos los seres.

Estamos construyendo una plataforma con todos los saberes para cuidar las semillas, la biodiversidad, la vida microbiana, nuestras economías y culturas, para detener la degradación de los elementos y recuperar la salud de la Madre Tierra y de nuestras comunidades.
Hemos comprobado como globalmente se intenta imponer un modelo de agricultura y alimentación industrial corporativo que conlleva una enorme devastación ambiental y causa hambre, malnutrición y destrucción de los territorios campesinos y de los pueblos indígenas. De la mano de las grandes corporaciones se siguen imponiendo en vastos territorios semillas transgénicas, monocultivos industriales y fumigaciones masivas con agrotóxicos. 
 
La concentración corporativa es cada vez mayor, siendo apenas un puñado las corporaciones que controlan los mercados globales de semillas, biotecnología, agrotóxicos, maquinaria agrícola y fertilizantes. Todo el proceso marcha hacia una mayor concentración en muy pocas empresas transnacionales, con el objetivo de convertir a los agricultores en meros esclavos de las empresas. Las leyes de semillas, las normas sanitarias y fitosanitarias, las nuevas tecnologías y la imposición en los mercados de alimentos ultraprocesados son algunas de las herramientas que el capitalismo está usando para imponer este sistema agro-alimentario. Un sistema que está ligado a la mayoría de las enfermedades más frecuentes de las personas, los animales y el planeta.

El extractivismo es otra faceta de este proceso de destrucción y a partir de los relatos concretos de compañeros y compañeras, de campesinos y pueblos indígenas, hemos podido compartir como con la minería a gran escala y a cielo abierto, la extracción de hidrocarburos, la imposición del fracking (fractura hidráulica) y otros megaproyectos se está expulsando a comunidades enteras y se las agrede, violenta y criminaliza frente a la justa resistencia que oponen, único camino que les queda para su supervivencia. Al mismo tiempo las mega-ciudades se han convertido en otro espacio del extractivismo, de la mano de la especulación inmobiliaria, la ocupación irracional del espacio urbano y la brutal utilización de recursos que el modelo de consumo implica.

También hemos podido ver que los llamados “Sistema de salud” son en realidad “Sistemas de enfermedad” donde el foco está puesto en el comercio y la mercantilización y donde el resultado es un sistema que enferma y mata, controlado, también en este caso, por un puñado de corporaciones (muchas de ellas también son corporaciones de agrotóxicos como es el caso de Bayer que hoy está en proceso de adquisición de Monsanto). En ese contexto los medicamentos industriales son, junto a la tecnología médica, una de las principales herramientas para el control de las vidas de nuestros pueblos. Las patentes, la concentración de medicamentos en pocos laboratorios y el uso abusivo de los mismos son todas facetas de una misma problemática.

Un capítulo especial merece el uso indiscriminado de antibióticos tanto en su uso por las personas como en su aplicación en la agricultura y la ganadería que está produciendo el surgimiento de microorganismos resistentes que se están convirtiendo en amenazas cada vez más graves y que muy pronto podrán ser incontrolables en nuestras sociedades.

También hemos podido reconocer en uno de los problemas más graves que afectan a nuestras sociedades, el de la basura, la muestra patente de una sociedad que se ha desentendido de los ciclos vitales y a perdido el control de su propio metabolismo para convertirse en una generadora de los gérmenes de su propia muerte.

¡Nos declaramos en resistencia contra este modelo de muerte!

Y por eso las resistencias de los pueblos fumigados, la de los pueblos originarios en sus territorios, el ejemplo de los recicladores, el de las mujeres movilizadas, las luchas contra los transgénicos, contra el fracking y contra la minería son ejemplos que alientan nuestro andar colectivo y solidario.

Pero al mismo tiempo, y porque sabemos hacia donde vamos, hemos compartido una enorme cantidad de saberes, propuestas, búsquedas, ideas, principios y paradigmas que conforman las semillas, diversas y complementarias, del mundo nuevo que está naciendo en nuestro andar.

En ese camino hemos podido reafirmar la necesidad de consolidar como base para nuestro andar la producción de alimentos sanos para pueblos libres. Únicamente la agri-cultura agroecológica de base campesina, diversa, local y en armonía con la naturaleza podrá producir alimentos saludables para nuestros pueblos como lo han venido haciendo a lo largo de los últimos diez mil años. Esos alimentos son los que nos nutren, los que nos vinculan con los otros, los que se enriquecen cada día de la cultura de nuestros ancestros, los que nos sanan, lo que nos hacen comunidad y los que nos permiten seguir dialogando con la naturaleza y generando diversidad.

En ese contexto, la Soberanía Alimentaria es la vía, principio y guía para recorrer el camino hacia un mundo sin hambre y que produzca alimentos saludables en armonía con la naturaleza. La Soberanía Alimentaria se expresa en las luchas de todos los pueblos ligados a la tierra que defienden sus territorios, sus bienes naturales, sus semillas y sus sistemas de vida. El único camino es lograr que ese derecho de los pueblos a decidir que cultivar y como hacerlo se instale a nivel global como norma y como práctica irrenunciable.

También encontramos en las luchas feministas, en los feminismos populares, en los movimientos contra la violencia contra las mujeres y en el cuestionamiento radical al sistema patriarcal dominante otra de las fuentes de inspiración que nos nutren, nos estimulan a la transformación y nos guían en el camino a una sociedad sin violencias. De estas luchas hemos aprendido que nuestros cuerpos también son nuestros territorios y que defenderlos y cuidarlos es un componente fundamental e integral de los territorios de vida que estamos defendiendo y construyendo. La diversidad es la base de todas las formas de vida y también de las resistencias. Denunciamos y nos solidarizamos contra los feminicidios en todas partes. Vemos como esencial la construcción y la lucha de las mujeres, aprendemos de la sabiduría de las mujeres indígenas y campesinas, reafirmando la necesidad de mantener y fortalecer los cuidados colectivos que todos tenemos que ejercer, de la Tierra y de todos los seres vivos.

Así podemos comprender que reparando y sanando los territorios podemos proteger la salud colectiva y garantizar una vida saludable para nuestros pueblos. Y así nos encontramos con la posibilidad concreta de una naturaleza que nos sane, nos nutra y nos permita vivir plenamente. Allí los microorganismos juegan un rol indispensable, por ser los mas viejos y mas numerosos en nuestro planeta, para sostener el balance de la vida promoviendo la diversidad, en su imprescindible contribución a los procesos biológicos esenciales y también en su resistencia a la toxicidad de nuestras medicinas.

Muchos de nosotros somos parte de grupos de investigación y educación dentro de universidades y buena parte de estos días los hemos dedicado a debatir sobre nuestro rol, nuestra responsabilidad y nuestros desafíos. A partir de estas conversaciones y nutriéndonos de las luchas por la Reforma Universitaria de Córdoba hace 99 años, nos vemos comprometidos a llegar a los 100 años de esa Reforma asumiendo los desafíos actuales y planteándonos:

-Así como en el año 1918 se planteó que los estudiantes debían tener un rol fundamental en la vida universitaria hoy nos planteamos que el aprendizaje basado y centrado en los pueblos y territorios debe ser el eje que se enarbole y ponga en práctica en la próxima Reforma.
 
-Nos comprometemos con la Ciencia Digna, ciencia para la vida como camino hacia un modelo de construcción de conocimiento que contemple la diversidad de saberes que habitan en nuestra diversidad de pueblos. Haciendo nuestras las palabras de Andrés Carrasco “Los pueblos latinoamericanos tienen el derecho irrenunciable a desarrollar una ciencia transparente, autónoma y que sirva a sus intereses. Para ello esa ciencia deberá comprometerse con honestidad, teniendo en cuenta que de no hacerlo así, puede violar su compromiso con la verdad, para formar parte de la legitimación que todo desarrollo tecnológico dominante requiere como instrumento de control y colonialismo”.
 
-Nos comprometemos a continuar investigando los signos y síntomas de la enfermedad que afecta a la Madre Tierra, a profundizar el estudio de los problemas que se presentan local, nacional y regionalmente, a generar evidencias que permitan fortalecer las acciones terapéuticas interactivas con la Madre Tierra, y a la elaboración de la “Guía Terapéutica Interactiva Planetaria”.
 
-Impulsaremos desde lo local proyectos y acciones de reparación y de sanación que permitan curar las heridas de la Madre Tierra, tales como la propuesta de Ciudades o Pueblos Inteligentes en el Cuidado de los Antibióticos, para cuidar la Vida.
 
-Frente a la crisis civilizatoria que de modo radical nos interpela en el presente creemos que la Universidad debe asumir un rol activo escuchando a los pueblos y comprometiéndose con los procesos sociales y políticos que ellos han puesto en marcha.
 
-Como científicas y científicos comprometidos con la sociedad y la naturaleza, reafirmamos el compromiso de trabajar por una ciencia independiente de las transnacionales, con y para los pueblos, siguiendo el ejemplo de Andrés Carrasco. Denunciamos el intento de los agronegocios por imponer nuevas formas de ingeniería genética, altamente riesgosas, englobadas ahora bajo el nombre de “edición genómica”, con la intención de que éstas lleguen a los mercados sin siquiera pasar por evaluaciones de bioseguridad. 
 
Denunciamos el esquema desde empresas y grupos de poder políticos y académico de empujar falsas “soluciones tecnológicas”, para aumentar sus ganancias con su venta y patentamiento, y evitar que se cuestionen las causas de las crisis, sean alimentarias, de salud, ambientales o climáticas. Denunciamos la estrategia de eliminación sistemática de militantes y defensores de nuestros territorios a nivel Global, pero fundamentalmente en América Latina. Denunciamos y rechazamos las estrategias de los Gobiernos al servicio de las corporaciones, que impulsan acciones como el Pacto Minero (en Argentina), las denominadas “Leyes de Semillas” que en realidad son leyes de protección de las corporaciones, la entrega de nuestros territorios al poder económico estableciéndose prácticas de eliminación de pueblos originarios y campesinos. 
 
Rechazamos el intento de liberar mosquitos genéticamente manipulados en varios países del continente, así como todas las propuestas de usar, comercializar y liberar animales, insectos y microorganismos manipulados genéticamente. Rechazamos enérgicamente las propuestas de frente a las crisis climáticas, manipular el clima (geoingeniería). Rechazamos el veto a la Ley de Semillas en Ecuador que abre las puertas para la introducción de transgénicos en el país violando la Constitución Nacional que los prohíbe. Exigimos la prohibición total de las fumigaciones con agrotóxicos en todo el continente. Exigimos que las autoridades desistan de mantener políticas que protegen la salud de las corporaciones, a costa de la salud de los pueblos y los territorios.

Todas las tecnologías, y particularmente las nuevas tecnologías, deben ser evaluadas desde la sociedad, con una multiplicidad de visiones y perspectivas, que integren académicos, científicos y otros trabajadores, vecinos y colectivos urbanos y campesinos, ambientalistas, movimientos de mujeres y género, pueblos indígenas, movimientos de salud colectiva y popular y otros. Saludamos la iniciativa de la Red de Evaluación Social de Tecnologías en América Latina, que recoge muchas de las perspectivas de los Congresos Socio Ambientales.
 
El camino que estamos recorriendo no puede transitarse sin enriquecerse y nutrirse del diálogo con el arte y los saberes ancestrales y es así que los relatos, la música, la danza, el teatro, las experiencias vivenciales nos enriquecen y nutren, son otras formas de expresar las historias de resistencia por la vida; historias de amor, libertad y esperanza que esperan ser contadas.

Vivimos en un mundo, invadido por las Corporaciones… Un mundo en el que sin embargo aún es posible construir resistencias saludables, desde los encuentros y diálogos que nacen del respeto a la diversidad, a los procesos cooperativos, propios de los pueblos que supieron darse el tiempo necesario para cuidar y domesticar las semillas, que permitieron las siembras vitales.

Esas siembras emancipatorias que, habilitaron a los pueblos a encarnar y hacer realidad el sueño de cosechar futuros soberanos para todos, en territorios saludables…

Podemos asumir el desafío de reconstruir nuestros territorios, a partir de recuperar una praxis capaz de reconocer el valor de la Diversidad y el Tiempo como dimensiones esenciales para hacer florecer una nueva Política, de los Encuentros, de lo Colectivo, la Cooperación, la Humildad, la Solidaridad, que ponga freno al extractivismo que se nos impuso, priorizando la Salud de la Madre Tierra por sobre la de las corporaciones.

Durante esta semana nos hemos nutrido de experiencias, vivencias, afectos y compromisos, proyectos y propuestas, salud y alimentos saludables y reafirmamos nuestro compromiso de sanar el planeta para recuperar el flujo de la vida y de seguir caminando con la palabra, la acción, la memoria y el saber de nuestros pueblos y científicos el compromiso con la vida y el Buen vivir construyendo juntos una sociedad justa, solidaria, saludable y esperanzadora.

PLANTAS SANADORAS

  En el Mercado 10 de Agosto de Cuenca, Parteras, Hueseras y Jambirunas utilizan las plantas  mágicas de la zona fría y la zona caliente, cálidas y frías para sanar de enfermedades no consideradas por la ciencia oficial, como mal de ojo, frío,  calor, nervios, shungo, sueño, falta de apetito, nervios, desgano, malas energías, mal aire, empacho, y otras que tienen que ver con la mente y el alma que afecta al aparato circulatorio y al aparato digestivo, así también desatan alergias y síndromes propios de las grandes y medianas ciudades.

   Es necesario volver los ojos a estas sabidurías que con mucha fe sanan de distintas dolencias producidas por el exagerado consumismo, egoísmo y trabajo para acumular, acumular y acumular.

  ¿Podremos volver los ojos al campo, a la chacra, a la naturaleza, a la sabiduría de la naturaleza?

  En América hay un sin número de plantas naturales y nativas estudiadas desde la etnobotánica y también desde la sabiduría de los pueblos originarios y campesinos.

   Estas plantas mágicas son alimentos sagrados que sanan, sembrarlas, preservarlas, utilizarlas, permite mantener los "laboratorios y boticas naturales" que crecen en chakras, huertas, chakiñanes, ríos, lagunas, bosques, para la práctica de una salud integral: cuerpo-espíritu; también permite mantener la sabiduría de las mujeres que saben de sus bondades, proyectando la identidad y la cosmovisión de cada pueblo. 


Patricio Matute, Educador/Gestor Cultural
Jorge Parra, Docente/Universidad de Cuenca
Arturo Quizhpe, Director/ReAct Latinoamérica


Mamita Jambiruna curando de "mal aire" a una niña que no puede dormir



Huesera, con sus manos acomodando parte del sistema óseo de una persona 


Jambiruna utiliza el huevo de gallina para observar los órganos internos de la persona. Antes ya hecho una limpia con plantas medicinales como ruda, santa María, y guandug

Jambiruna cura del "mal de ojo" a una persona. El mal de ojo viene por las malas energías que se recibe de otras personas, pero también de la naturaleza.

#EcuadorLibreDeTransgenicos

#EcuadorLibreDeTrasngenicos


  En la Asamblea Nacional del Ecuador hace pocos días se acaba de aprobar una transitoria que incentiva la entrada de transgénicos en el país con fines de investigación.

 Los movimientos sociales, en especial los campesinos, indígenas y ecológicos han emprendido en una serie de acciones de plantones, arte, foros, para pedir la derogatoria de esta transitoria, haciendo uso del derecho a la resistencia y exigiendo la ejecución de los derechos de la naturaleza, contemplados en la constitución.

Cati Vallejo, Yasunidos Cuenca acciones contra los transgénicos Parque Calderón Cuenca


José David Arévalo, Colectivo de Arte Multidisciplinario Komuna, en acciones artisticas en contra de los transgénicos


  Los transgénicos, -elementos modificados genéticamente-, nacieron en los laboratorios de las universidades y empresas más prestigiosas del globo con la panacea de que pueden combatir el hambre del mundo, pero en menos de dos décadas una sola empresa a nivel mundial monopolicamente demuestra que es una mentira más del sistema capitalista para apropiarse del germoplasma de los alimentos de los pueblos originarios para tener la distribución exclusiva de semillas, agrotóxicos y producción, distribución y consumo en la cadena de la industria de la alimentación mundial.
   
   
     Los transgénicos alteran el uso de semillas nativas, alteran la tierra químicamente por el exagerado uso de agrotóxicos, promueven el monocultivo capitalista, y rompen el equilibrio de los ecosistemas, así como fracturan la identidad cultural, y la memoria colectiva, porque se pierden las sabidurías agrícolas comunitarias, y el ciclo agrícola normal (siembra, deshierba, cosecha) donde se practican las fiestas, los ritos para agradecer a la tierra por sus frutos, al sol por la energía, al agua, por permitirnos obtener alimentos limpios y sanos que mantienen nuestro equilibro saludable.

 
Danza en agradecimiento sol por brindar energía para 
obtener alimentos sanos y limpios, realizado en Ecuador 
por los "Danzantes de Pujilí".


     Argentina y Brasil con la siembra soja transgénica, y México con la siembra del maíz transgénico son buenos ejemplos de lo anotado anteriormente. En estos países, los académicos comprometidos con la salud de sus pueblos han realizado muy buenos análisis y estudios científicos  sobre esta lacra mundial que está enfermando la tierra, que la esta volviendo dependiente de químicos para poder producir. En estos lugares ya podremos afirmar que lamentablemente, "la tierra está enferma", pero que igual hay una conciencia ciudadana que crece para defenderla.

 

Las voces de la gente defendiendo la tierra

Bélgica Jiménez, coordinadora de la Red Agroecológica del Austro: "En un suelo equilibrado no es necesario transgénicos. Desde hace siglos venimos mejorando nuestras semillas con selección natural. Con los transgénicos tendremos que adquirir necesariamente estas semillas patentadas, así lo dice la actual Ley de Semillas de Ecuador. No hay ningún beneficio para los campesinos, ni para los pueblos originarios, todo apunta a beneficiar a las grandes empresas.

      

     En Turi, Gullanzhapa, Nabón, Gualaceo, Sigsig, en la provincia de Azuay, Ecuador, ya se realizan las ferias agroecológicas como alternativa a brindar salud a través de los alimentos.
     

    Los habitantes de la ciudad deben ser aliados directos para defender nuestra soberanía alimentaria".
 

 
Pampamesa con productos sanos y limpios

Gaspar Pawcar, secretario Red Agroecológica del Austro:

"Con los plaguicidas y transgénicos se contamina la tierra y los alimentos   que van al consumidor final, por eso hay más enfermos, por los venenos que estamos comiendo. Gracias a las amas de casa conscientes que nos compran nuestros productos, podemos mantener las ferias agroecológicas ".


Ingeniera Nancy Minga, profesora de la Universidad de Cuenca:

"La práctica de la agroecología puede salvar al mundo. En el año 2010 el relator de las Naciones Unidas, informó que las redes de agroecológica de pequeños productores en el mundo, puede ser la solución frente al Cambio climático y el Hambre, los dos males actuales de la humanidad".

 
Patricio Matute, Educador/Gestor Cultural  

Jorge Parra, Docente/Universidad de Cuenca  

Arturo Quizhpe, Director/ReAct Latinoamérica

jueves, 15 de junio de 2017

Fiesta del Inty Raymi y los alimentos






                                            Colada de uchujaku

   

La Fiesta del Inty Raimy [1] se celebra desde el 21 de junio, es considerada como el comienzo de la cosecha, pertenece al ciclo agrario de los Andes, y es una de las cuatro grandes celebraciones [2] que giran en torno al imaginario del homenaje a tierra, fuego, aire, agua, por brindarnos sus frutos, energías, y alimentos sagrados. “La Fiesta del Inty Raimy, es un agradecimiento al dios Sol, por la buena cosecha, por la abundancia que hemos obtenido en el año” (Luis Yacelga, comunicación personal, 13, junio, 2017). En Otavalo, provincia de Imbabura, Ecuador hay abundancia de frutos que brinda la tierra como maíz, fréjol, haba, alverja. En cuanto a los animales están presentes el cuy, y la gallina.

Los alimentos del Inty Raymi en Otavalo


     La ciudad de Otavalo se encuentra ubicada en la provincia de Imbabura al norte de Ecuador, la mayoría de sus habitantes pertenecen a los pueblos originarios quichuas: otavaleños, imbayas, peruchos, aún mantienen su vestuario, su lengua, su cultura y sobre todo su alimentación ancestral, “cuando era niño recuerdo que en Otavalo para esta fecha de fiesta, habían preparaciones singulares como cuy con papas, chicha de jora, uchujako [3], y el mediano [4]” (Segundo La Torre, comunicación personal, 12, junio, 2017).

 Cuy con papas

Chicha de jora


      Para la preparación del uchujaku se mezcla maíz blanco, maíz amarillo, maíz negro, alverja, habas, cebada. Primero se pelan los granos y se secan, luego se tuesta levemente el maíz, y también las habas para que dé más sabor, luego molemos los granos para obtener una harina, ponemos a hervir en agua y agregamos achiote [5] en grano y comino.


     Para la preparación de la chicha de jora, primero se selecciona los maíces para que se transformen en el mismo terreno, así se obtiene la jora fermentada que se seca y muele. Luego se cocina con agua y con panela [6] para que de un sabor especial. Finalmente se deja reposar en vasijas de barro bien tapadas para que fermenten. De acuerdo al tiempo de fermentación, la chicha va adquiriendo más grado alcohólico.


     El mediado es un plato grande que se da a los compadres como signo de agradecimiento, hoy en día también se entrega en la Fiesta del Inty Raymi cuando llegan a las casas grupos de músicos y danzarines. Este plato era acompañado de chicha de jora bien fermentada.


 La celebración del Inty Raimy en Otavalo
     
     El Inty Raymi se celebra los días 22 y 23 de junio. El 22 hay el armaychisi que es el baño ritual a las 10 o 12 de la noche para purificarse de las malas energías. Para no sentir frio en el río o en la cascada, primero se ortigaban [7], y luego procedían al baño ritual entre cantos quichuas e interpretación de payas [8] y redoblantes [9]. Este ritual les permitía celebrar el Inty Raimy por varios días que incluían música, danza, comida, y la Toma de la Plaza que es una pelea ritual entre dos comunidades o parcialidades para verificar los linderos entre familias o entre pueblos; también se realizaba como agradecimiento a la tierra por brindar los frutos en abundancia, pues a veces había peleas en donde se derramaba algo de sangre.

Armaychisi o baño ritual 

Músicos recoren casas, campos, plazas con rondín, melódicas, guitarras, mandolinas, bombos, flautas 

Toma de la Plaza, o Hatun Punsha 

Video Toma de la Plaza, o Hatun Punsha


     Después del armaychisi, se iba de casa en casa tocando instrumentos musicales y cantando, generalmente los dueños ya tenían preparados chicha, medianos y mucha comida para agradecer y homenajear a los intyraimistas. La gente admiraba a los buenos músicos que interpretaban sanjuanitos y el ritmo musical denominado inty raimy, o zapateado.


     El día 23 de junio algunos van a la iglesia para que el sacerdote católico celebre una misa a su santo principal, luego entre familiares comparten comida de los medianos y  toman chicha.

     Sin embargo varios pueblos y comunidades celebran las fiestas completas del Inty Raimi del 21 al 28 de junio, de la siguente manera:  Inti watana, o amarre del sol wambra punlla. Armay chishi, o baño ritual ruku chishi. Kastillo Wuarkuy, o  Amarre de Castillo. Jatún Punlla, o Gran día. Wawakunapa punlla. Kallarik Capilla, o Inicio de la toma de la Capilla. Chaupi Capilla, o Segundo día de la toma de la Capilla. Capilla Mishay, o Último día de la toma de la Capilla. Kushnichi Punlla, o Purificación del Espíritu del aya uma, Warmi punlla, o Día de las Mujeres.



     Después del Inty Raimy, -ya pasado el 29 de junio, hasta el mes de agosto-, se celebra la fiesta de San Pedro, donde hay la ceremonia de entrega de gallos, o entrega de uyanzas para el castillo, música, danza, y otra clase de comidas y alimentos.


El Inty Raimy en los tiempos de San Juan


     El Inty Raimy, la Fiesta del Sol, por la evangelización católica y la extirpación de los dioses y las cosmovisiones de los pueblos del Tawantinsuyo,  se sincretizó con el calendario católico, así la celebración pasó a denominarse en Otavalo, Fiesta de San Juan, incluso de ahí proviene el nombre del ritmo musical que se bailaba para esta ocasión, el sanjuanito ecuatoriano, “la costumbre privativa de estos lugares es el baile de San Juan entre los indios y los blancos que persiste con el mismo fervor de lo pasado. Los indios pasaban la mitad de los tributos en la fiesta, y se entregaban al baile y a la crápula por tres o cuatro días seguidos” (1).


     Para los años 90 del siglo XX, después del Levantamiento Indígena, Ecuador entra en una etapa de reconocimiento de sus raíces culturales y de afirmación de las sabidurías y cosmovisiones de los pueblos originarios, entonces se retoma el nombre de Inty Raimy; para 1998, la constitución del Ecuador reconoce al Estado como pluricultural y multiétnico, además de reconocer los idiomas quichua y shuar.


“Artículo 1.- El Ecuador es un estado social de derecho, soberano, unitario, independiente, democrático, pluricultural y multiétnico. Su gobierno es republicano, presidencial, electivo, representativo, responsable, alternativo, participativo y de administración descentralizada…” (2).



     En el año 2008 también la constitución ecuatoriana reconoce los derechos de la naturaleza, los pueblos originarios, los idiomas nativos, y además suma la sabiduría del Sumak Kawsay [10].


“Art.  1.- El  Ecuador  es  un  Estado  constitucional  de  derechos  y justicia,  social,  democrático,  soberano,  independiente,  unitario, intercultural,  plurinacional  y  laico.    Se  organiza  en  forma  de república y se gobierna de manera descentralizada…” (3).



     Una serie de reflexiones antropológicas, sociológicas, filosóficas, económicas, ideológicas, políticas y culturales se han suscitado durante estos años con el aporte de varios pensadores indígenas y mestizos sobre las cosmovisiones y sabidurías de los pueblos originarios del Ecuador, incluso se han reindivicado las otras fiestas del Tawantinsuyo en el área andina de Ecuador, como Pawcar Raimy, Kolla Raymi, Kapak Raymi [11], que completan el circulo agrícola de siembra y cosecha, además en este momento se estudian las tecnologías milenarias ancestrales, los alimentos sagrados milenarios y las plantas medicinales.


Los alimentos de los Otavaleños


     Los Otavaleños se alimentaban con maíz, papas, ocas, mashua, zapallo, zambo, quínua. El ají aderezaba varias comidas. El maíz era sustento desgranado  y cocido (mote), y tostado al fuego en tiestos y molido. El nabo era otro recurso de alimentación. El capulí era una fruta indígena que ocupaba el lugar preferido de regalo (1). La alimentación acompañaba a los entierros funerarios, demostrando su importancia, “se enterraban con sus cántaros de chicha…hasta hoy los deudos depositan ocultamente en el ataúd: huevos, maíz, pan frutas” (1), por la creencia de que hay otra vida.


     El principal alimento de los Otavaleños era el maíz, “servía para la alimentación de hombres y animales, las hojas verdes son buen forraje para los animales, las tusas y las envolturas de las mazorcas sirven para fabricar papel, de los tallos se puede extraer azúcar, y del grano se prepara la maicena” (1). 

    La deidad de las chakras en tiempo del Inty Raymi en Otavalo, es el Aya Uma, un personaje que baila ataviado de una gran mascara que imita los rayos del sol. Baila en zigzag representando los movimientos de rotación y traslación de la Pachamama, y los  movimientos de la serpiente que significa sabiduría.

Aya Uma, con máscara que imita los rayos del sol


El origen pagano de la Fiesta de San Juan en Otavalo 


     Más allá de las Fiestas de San Juan, -como denominación católica-, la celebración  del solsticio de verano, es inmemorial, prehispánico, quizá esos son sus verdaderos comienzos paganos. El origen de la fiesta puede ser el enfrentamiento de dos parcialidades del lugar para adueñarse de la plaza y danzar. Primero llega una parcialidad y comienza a bailar, luego llega otra parcialidad y quieren desalojar la plaza con enfrentamientos de puños. Cuando termina una pelea, se planifica otra, mientras tanto cantan acompañados de flautas, rondadores y caracoles. A pesar de la prohibición y la intervención de policías y militares para evitar excesos, aún cientos de indígenas danzan alrededor de la plaza, cantan, bailan, interpretan rondador, flautas, armónicas, guitarras y tambores. Así están tres días enfrentándose entre parcialidades y provocándose con arengas. Los disfraces preferidos de esta fiesta son el del soldado y del mayordomo, sin embargo también han incorporado gafas a su vestuario. (4).


    Hipotéticamente se pude pensar que estos enfrentamientos entre parcialidades para celebrar el solsticio, también pueden ser el recuerdo de la conquista incaica y su influencia cultural al dejar su impronta por estos lugares de Ecuador. Así las Fiestas de San Juan, la Toma de la Plaza, o el Hatun Punsha, pueden tener el sello del ritual andino del Tinku, un enfrentamiento entre dos parcialidades con peleas, en donde se derrama sangre para declarar un vencedor como homenaje y agradecimiento al sol y a la tierra por sus frutos y por su energía; cuando terminan los enfrentamientos de igual forma celebran con cantos, danzas, música de flautas, zampoñas y tambores. De la misma forma hay un tipo de tinku con las mismas características de enfrentamiento que se realizaba en las provincias de Cañar y Azuay, Ecuador, al que denominaban el Juego del Pucara, con el enfrentamiento de dos parcialidades del hanan [12] y el urin [13] para tomarse un lugar o un lindero, al igual que la plaza en Otavalo. Así mismo hay cantos, danza, música de pingullos [14] y tambores.



El Inty Raimy en el imperio inca


     La Fiesta del Sol, en junio, fue una especie de Pascua o Raimy solemne celebrada por los reyes incas en el Cuzco. Para los incas el dios Sol era sumo, sólo y universal, con su luz sustentaba y criaba todas las cosas sobre la tierra, además era el padre de la estirpe del primer inca Manco Capac, y de la coya Mama Ocllo Huaco, descendientes del sol.


     Todos los integrantes del Tawantinsuyo asistían al Inty Raimy: jubilados, señores, capitanes, sacerdotes, curacas, así homenajeaban al rey inca como descendiente e hijo del dios sol, este a cambio oficiaba de sumo sacerdote en estas ceremonias.


     Los curacas utilizaban las mejores galas, con vestidos chapados en oro, o con alas que asemejaban a las del cóndor, del que también se creían descendientes. Otros llevaban máscaras, flautas, y tambores para el ritual de homenaje. Así mismo mostraban sus armas de guerra, como sus atabales y trompetas que muchos ministros las tocaban. Cada nación acudía al Cuzco con su gente y sus características.


Alimentación en el Inty Raimy milenario


     Antes de la fiesta ayunaban tres días ingiriendo maíz blanco crudo, agua y unas yerbas que llamaban chaucán. No encendían fuego, y no dormían con sus mujeres.


    Pasado el ayuno, los sacerdotes incas preparaban carneros, corderos, la comida y bebida como ofrenda al Sol, y todas las ofrendas traídas por los curacas de diferentes lugares.


     Las mujeres del Sol preparaban unos panecillos redondos denominados cancu, que eran de trigo amasado, sólo los ingerían en estas fiestas y en otra que la llamaban Citua. La harina la preparaban las vírgenes del Sol, así como las demás viandas para la fiesta.


     Para el pueblo,  otras mujeres hacían el pan, pero por ser considerado sagrado, la harina la tocaban las doncellas, es que está celebración era considera la fiesta de las fiestas (5).

Alimentos incas
 

     Tenían maíz sara de seis maneras, y papas turnas de tres maneras, también oca, rabanillos, ulluo, mashua, rábano, quínua, tauri, chuño, guanaco, vicuña, luyco, taruca, cuy, conejo, pato, perdiz, chichi, mosquitos de los ríos callampa, concha paco, hongos de dichos yuyos, huevos chalua, pescado, yucra, camarón, cangrejos,   apancoray; y de los indios yungas de las comidas yuncasara, camote, apicho, rracacha, mauca suya, zapallos, satiya, achira, llancay, lumo, porotos, frijoles, caihua, ynchic, maní, acipa, frutas, ají ucho, asnac ucho, pucaucho, rocoto ucho, pepinos, plátanos, uayauas, sauindo, pacay uauas, lúcuma, paltas, usuno, ciruelas, y otras hierbas y menudencias que ellos comen y sustentan en el reino (6).


La limpieza del aparato digestivo en el incario


     Se purgan cada mes, lo que llaman bilca tauri, lo hacen con tres pares de grano pesado con maca, lo muelen, se la beben, y echan por debajo con una especie de jeringa que la llaman uilcachina. Con ello tienen mucha fuerza para pelear y tener salud. Había otras purgas de indios de caídas y porrazos (6).




Bibliografía


1. Municipalidad de Otavalo. Monografía Cantón Otavalo. Tipografía y Encuadernación Salesiana. Quito, Ecuador, 1909, p. 15; 318


2. Asamblea Nacional Constituyente. Constitución  Política de la República del Ecuador. Quito, Ecuador, 1998, p. 1. Disponible en: http://www.wipo.int/edocs/lexdocs/laws/es/ec/ec016es.pdf


3.  Asamblea Nacional República del Ecuador. Constitución de la República del  Ecuador. Quito, Ecuador, 2008, p. 23. Disponible en: http://www.asambleanacional.gob.ec/sites/default/files/documents/old/constitucion_de_bolsillo.pdf


4. Buitrón Aníbal, John Collier Jr. El Valle del Amanecer. Instituto Otavaleño e Antropología. Quito, 1971, pp. 101-104


5.  De la Vega Inca Garcilaso. La fiesta principal del Sol y como se preparaban para ella. Comentarios Reales, Tomó II, capítulo XX. Cultura, Revista de la Dirección de Arqueología y Cultura, Año 1, abril, mayo, junio, No 2. Lima, 1956, pp. 72-74.


6. Guamán Poma de Ayala Felipe. Nueva Crónica y Buen Gobierno. Versión paleográfica de Franklin Pease G. Y. Casa de la Cultura del Perú. Lima. 1969. p. 37; 39.  



Notas

[1] Fiesta del Sol.


[2] Inty Raimy, Fiesta del Sol-cosecha; Pawcar Raimy, Fiesta del Florecimiento-cosecha; Kolla Raimy, Fiesta de la Luna-siembra; Kapak Raimy, Fiesta del Cambio de Autoridades-siembra.


[3] Uchujaku, colada de sal preparada con ocho granos. Palabra entre castellano, ocho; y quichua jaku, harina.


[4] Mediano. Plato grande con cuy, papas, gallina, mote, tostado, haba, alverja, fréjol, ají molido en piedra y pan.


[5] Achiote. Colorante y saborizante vegetal de color rojo, muy utilizado en Ecuador.


[6] Panela. La panela se obtiene de hervir a altos grados centígrados el jugo de la caña de azúcar, y luego secarla en unos moldes cuadrados. Hay panela negra, y panela amarilla.


[7] Ortigarse. Darse en el cuerpo con una hierba llamada ortiga que produce urticaria, pero es muy buena para la circulación sanguínea por los elementos químicos que contiene.


[8] Paya. Instrumento musical pentatónico de viento realizado en carrizo, es la base del rondador.


[9] Redoblante. Instrumento de percusión.


[10] Sumak Kawsay, Buen Vivir


[11] Pawcar Raimy, Fiesta del Florecimiento; Kolla Raymi, Fiesta de la Luna: Kapak Raymi, Fiesta del Cambio de Autoridades


[12] Hanan, arriba


[13] Urin, abajo


[14] Instrumento ecuatoriano aerófono vertical con insuflador y huecos para obturar las notas musicales


Colada de Uchujaku 

Ingredientes
200 gr harina Uchu Jaku
 2 litros agua 
500 gr papa (dados medianos) 
1 hoja  laurel 
1 rama apio 
1 rama cebolla blanca 
50 gr cebolla paiteña 
50 gr cebolla blanca 
50 gr cilantro 
sal al gusto   
600 gr de costilla
 
Preparación
En una olla colocamos la costilla de cerdo más agua fría y los llevamos a ebullición, bajamos el volumen y aromatizamos con la hoja de laurel, la rama de apio, la rama de cebolla blanca y los dejamos para hacer un fondo.

Aparte en una olla una vez que el fondo este listo retiramos los pedacitos de carne de las costillas y  hacemos el refrito con un poco de aceite y adicionamos la carne de cerdo las doramos bien y ponemos las cebollas,

Luego juntamos a esta preparación también el choclo y adicionamos la mitad del fondo llevando a cocción el choclo para ahí adicionar las papas, dejando que se cocinen también, hay que tener cuidado que no evapore mucho.

Con la otra mitad del fondo frío diluimos la harina y la colocamos en la preparación anterior para al final rectificar su sabor con sal, queso rallado y el cilantro. 





Patricio Matute, Educador/Gestor cultural
Jorge Parra, Docente/Universidad de Cuenca
Arturo Quizhpe, Director/ReAct Latinoamérica